Propaga la luz de la Buena Noticia
Durante uno de los momentos más emocionantes de El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey, Gandalf envía a Pippin a encender la primera de las almenaras de Gondor, con las que este reino daría aviso de la guerra a su vecino, Rohan, y solicitaría su ayuda para la batalla.
Esta secuencia de la cinta nos
muestra cómo se van encendiendo las distintas luces de alerta a lo largo de la
distancia y de las locaciones remotas que separan a ambos reinos, y nos invita
a nosotros también encender los corazones de las personas a nuestro alrededor y
«propagar el fuego» de la Buena Noticia.
¿Qué significa «ser luz»? El P.
Marcos Pizzariello, pionero de la evangelización en los medios de comunicación
argentinos durante la segunda mitad del siglo XX, nos enseña que el fin
absoluto último del hombre es la gloria de Dios, y que esta consiste en darle
luminosidad o, en otras palabras, en «acercar a los hombres a Él».
Podemos hacer esto a través de
los dones o talentos que Dios nos ha regalado para que, a través de ellos,
evangelicemos y lo demos a conocer al mundo entero. Nos corresponde hacer
brillar esta luz y, como en la película, hacer que se multiplique. No necesitamos
prender todas las «almenaras» nosotros solos, sino solo aquella que nos
corresponde. Pero, si esa luz brilla, las demás también se encenderán y, como
en la parábola de los talentos, nuestro Padre del Cielo nos dirá: «Muy bien,
sirviente honrado y cumplidor; has sido fiel en lo poco, te pongo al frente de
lo importante. Entra en la fiesta de tu señor» (Mt 25, 21).
Siempre habrá personas que no
compartan el entusiasmo del encendido de la luz, e incluso quieran evitarlo —podemos
ver a Denethor, senescal de Gondor, fruncir el ceño al percatarse del fuego en
las almenaras pues, por soberbia, no quería solicitar ayuda—. Sin embargo, el
Señor nos invita a ser luz del mundo, compartir lo que edifica y dar testimonio
de la alegría que da Su amor: «Brille igualmente la luz de ustedes ante los
hombres, de modo que cuando ellos vean sus buenas obras, glorifiquen al Padre
de ustedes que está en el cielo» (Mt 5, 16).
Y tú, ¿estás dispuesto a «encender tu almenara» e iluminar el mundo con el fuego de la Buena Noticia?
Foto de la portada: ArtStation



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